jueves, 8 de marzo de 2012

DISCURSO DE GRADUACIÓN


Cierto científico estaba realizando un minucioso experimento, cuando su pequeño hijo lo interrumpió para que jugara con él. Queriendo salir del paso, el padre buscó una revista, la hojeó y encontró la imagen del mapamundi, lo recortó en forma de rompecabezas y se lo dio al niño, a fin de darle bastante trabajo, y que no le molestara más. El niño confundido trataba de armarlo, pero no podía; vez tras vez lo intentaba, hasta que desistió. Andando las horas, el científico pensó que había logrado su cometido, cuando entonces llegó el niño con el vidrio de la mesa; sorprendido, el científico le preguntó lo que había hecho, y el niño le explicó   que, como no pude armar la tierra, volteó las figuras de la hoja y notó la imagen de unas personas, Pegó los recortes en el vidrio, y le dio forma con pegamento y cinta adhesiva –“solo así puede lograrlo”- detalló. El científico lo abrazó y se fue a jugar con él.

Este relato nos enseña una importantísima lección: para poder cambiar el mundo, a esta sociedad carente de valores éticos y morales, es necesario cambiar primero cada uno de nosotros. Y hoy es un día solemne y de vital importancia, ya que cerramos un ciclo en nuestras vidas, uno que no olvidaremos jamás, que nos enseñará a ser mejores personas, hombres y mujeres de provecho que nos enfrentaremos a este mundo en constante cambio, que exige lo mejor de cada individuo. ¡Muchachos! Esforcémonos por moldear nuestra personalidad cada día, esto nos permitirá tratar con todo tipo de personas y será una buena cualidad para la vida futura; esto exige esfuerzo de nuestros padres, que son indispensables en esta etapa, sean cuales sean nuestras circunstancias.

No puedo pasar por alto a los que hicieron posible que estuviéramos hoy aquí: nuestros profesores, que dieron todo de ellos, nos brindaron sus conocimientos, habilidades, y lo más importante: su amistad, la cual será indeleble al paso del tiempo. También al personal administrativo que ha luchado hombro a hombro a hombro con nosotros (aplausos).

Para concluir, quiero mencionarles esta última cosa: “Este no es el final, sino más bien el comienzo de una larga carrera, que espero que sea así, estará llena de logros y éxitos.

Gracias.

Valencia, 02 de agosto de 2009